28 de agosto de 2007

LOS ESTUDIANTES SÓLO QUIEREN DIVERTIRSE

Por: Agustín Amaya, Solange Crispín
Matías Gusmerotti, Katiana Oyanguren

El objetivo principal es pasarla bien. No importa el cuando ni el donde sólo el porque. Compartir con amigos, olvidar por un rato los estudios, encontrar a la pareja ideal. Todo puede pasar y lo importante es dejarse llevar.


“De boliche en boliche en boliche me gusta la noche me gusta el bochinche…”, cantaban los Iracundos en la década del 70. Los tiempos cambian, las modas cambian, lo que no cambió son las ganas de divertirse, experimentar nuevas sensaciones y pasarla bien.
No hay día ni horario ni fecha en el calendario. Los estudiantes sólo buscan romper con la rutina diaria. Juntarse con amigos, conocer gente, encontrarse con la pareja ideal o simplemente vivir una noche distinta.
“Hace frió y estoy lejos de casa”, canta Silvina (20), que estudia terapia ocupacional, mientras espera ansiosa ingresar a un bar de Alem. Sus amigos no terminan de decidir el destino, pero no sé preocupa, la noche recién empieza. Ella aún pálida por el frío pero eufórica, los mira, mientras el tránsito de gente la rodea. “Todavía hay tiempo, no son las 2 de la mañana, y eso aún es temprano”, comenta la joven, saben que al fin y al cabo están donde deben estar.
Los cuatro circuitos
Mar del Plata cuenta con sectores nocturnos bien definidos, Leandro N. Alem, Hipólito Yrigoyen, la avenida Constitución y el centro son las zonas elegidas por los estudiantes, que no permanecen en un solo lugar, sino que se trasladan de un lado al otro: la moda es ir de bar en bar.
La “movida nocturna” marplatense se concentra en dos polos opuestos de la ciudad intensamente ligados a la juventud: Por un lado, Alem y por el otro, Constitución, dos emblemas de las “tradicionales salidas de fin de semana”, que son concurridos por cientos de jóvenes que van de los 18 hasta los treinta y pico.
Acompañada de una ubicación privilegiaba, por estar a tan sólo metros del mar, Alem es una calle de Playa Grande con vida propia y que da nombre a un circuito nocturno que ofrece la posibilidad de elegir cualquiera de sus 32 bares.
Desde Almafuerte hasta Primera Junta bajando por las trasversales hacia Bernardo de Irigoyen, las diferentes cantinas, temáticas, perfectamente ambientadas y con distintos estilos, invitan a no perder de vista el objetivo con el que llegan los jóvenes: distraerse, escuchar buena música, conocer gente y, en lo posible, entrar a cada uno de ellos.
Otra zona en donde se sigue está tendencia es Hipólito Yrigoyen, conformado por alrededor de 26 bares. Están abiertos todos los días y cada uno tiene una propuesta que apunta a diferentes estilos, desde aquellos donde predomina el rock nacional hasta los que tienen como sello distintivo la música de los 80.
Y, sin dudas, un lugar que cobró popularidad en los últimos años dentro del sector, y sobre todo los viernes, de abril a diciembre, es el establecimiento ubicado en Independencia al 2700, donde los estudiantes, con su respectiva libreta universitaria y una entrada accesible, pueden disfrutar de buena música y precios más económicos en la barra.
Alejada del centro, Constitución se caracteriza por ser la avenida donde están los mejores boliches y tiene la particularidad de poseer pocos bares. Las discotecas cuentan con un lugar multifuncional, diversas ambientaciones, restaurante y pistas de música muy variada y para todos los gustos.
El cuarto circuito lo conforma el centro con sus 26 locales de diversión nocturna, según los datos oficiales. Aquí se integran diversos géneros musicales, desde el tango, pasando por el rock, hasta los más variados ritmos tropicales.
Generalmente cada día de la semana tiene su propio lugar de encuentro. Mientras que los miércoles y jueves es común ver bares repletos en la zona de Hipólito Yrigoyen, viernes y sábados los estudiantes se inclinan hacia Alem y, en menor medida, a la zona de Constitución.
Según Pablo (28) estudiante de diseño, es “más barato” concurrir a un bar que una discoteca por la “simple razón de que en los locales bailables hay que pagar obligatoriamente una entrada” que oscila entre los 15 y 30 pesos.
Esta tendencia es provocada por los propios bares. Ninguno cobra entrada, sólo una consumición (únicamente a los hombres), lo que facilita a la gente poder deambular de uno al otro a lo largo de la noche.
"Tomamos un trago en cada lugar, escuchamos buena música y al final nos quedamos donde está mejor o haya más gente", manifiesta Lara (20), futura profesora de Danza Clásica. Es que cada uno de sus amigos detectó su lugar favorito y hacia allá fueron.
“Salimos jueves, viernes y sábados”, explica otra joven que no quiso dar su nombre. “Siempre nos reunimos a tomar algo y hasta las seis o siete de la mañana no paramos, andamos de un lado para el otro. Los sábados vamos a algún bar de Alem y a eso de las 4 de la mañana nos dirigimos para Constitución donde la fiesta continua”. Ésta migración de la “movida marplatense” es seguida casi ininterrumpidamente por muchos universitarios que semana a semana emprenden el éxodo de un lugar al otro de la ciudad.
La noche marplatense es multifacética y tiene material para satisfacer a diferentes públicos. Lo importante es que los jóvenes tengan ganas de divertirse. Por eso que a nadie se le ocurra pensar que al otro día hay que estudiar, “esa es la noche que hay que disfrutar”, enfatiza Marcelo a la salida de un pub de la avenida Constitución. Al fin y al cabo como señala Anny Lennox en su canción Sweet Dreams: “Everybody is looking for something”, (todo el mundo esta buscando algo) y la noche para los estudiantes siempre es joven.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bien! Quizás 'engañaron' a quien terminó de leer la nota, porque en varios puntos dan una idea de que será un informe al mejor estilo "Viva", pero queda ahí... De todas formas, no resulta pesado llegar hasta la palabra final, es entretenido. Hubiese sido interesante un poco más de información sobre los distintos puntos de reunión, pero sé de limitaciones en cuanto a espacio que les bajan. En cuanto al título... Mmmm, podría haber sido mejor. El que pusieron, no mantiene una relación directa con el texto y desconcierta!