24 de agosto de 2007

Desde otra óptica

Por: Ángeles Giaconi, Andrea Pérez, Bruno Rossi.

Posó una mano sobre el borde del vaso y con la otra inclinó sutilmente el cartón de la chocolatada. Asomó el dedo índice en la taza para asegurarse de que no se rebalsara y desde la habitación una dulce voz infante reclamaba su desayuno. El orden reinante le permitía diagramar mentalmente la ubicación de las cosas y con un par de directivas indicó donde estaba el equipo de mate. La puerta abierta, nunca entreabierta, no es sólo una condición de convivencia para evitar un golpe sino la metodología que Marcos Folgar decidió implementar cuando “el futuro, paradójicamente, se presentó negro”.
Sábado 31 de agosto de 1996: “Estábamos jugando al fútbol en Camet y comencé a sentir una molestia en la vista, por eso decidí no jugar. Me quedé en el auto, después me llevaron a casa y hasta ahí no había reaccionado de lo que estaba pasando. Llegué al departamento, casi a ciegas, y quise llamar a un oculista amigo y no me acordaba el número. Agarré la agenda y no veía. En ese momento mi cabeza hizo un clic, y decidí llamar a un primo del cual me acordaba el teléfono”.Doce horas más tarde, Marcos estaba siendo intervenido quirúrgicamente en una clínica de barrio Norte. Su vida “giró 180 grados”: había quedado ciego.
Oriundo de Salazar, provincia de Buenos Aires, llegó a Mar Del Plata en 1989 con la meta de estudiar Turismo en la Universidad Nacional. Por disconformidad se pasó a La Bolsa, actualmente CAECE, donde finalmente se recibió de Técnico Superior en Turismo en 1994. Un año más tarde, conoció a Érica quien hoy es su mujer y con la cual tuvo a Lourdes, su hija, y en 1996 se inscribió en la Licenciatura en Geografía en el complejo Funes. Fueron sólo dos materias las que pudo cursar.
“Yo tenía proyectos de vida y me tuve que plantear otros”, lamentó Folgar. En 1998 retomó el rumbo académico y se inscribió en un curso de periodismo radial que dictaba el Sindicato de Prensa, con el objetivo de fusionar lo que él denominó sus dos amores: el Turismo y la Radio. Desde hace diez años transmite “Quo vadies”, lo que traducido al castellano significa “A dónde vas”, que se emite todos los domingos de 11 a 12 por LU9.
Volvió a cargar de edulcorante el mate. Su hija, ya había terminado de desayunar y recorría las baldosas de la casa reclamando atención. Los mates hacían amena la charla y el recuerdo de su primer día en la Universidad de La Plata, donde estudia Comunicación Social, se volcó en palabras. “Yo sentía que me debía un título universitario público. En febrero de 1999 comencé el curso de ingreso y a partir de entonces viajo todas las semanas a cursar”. Gracias a un pase provincial que otorga el Ministerio de Obras Públicas a gente con discapacidad Marcos accede a viajes gratuitos que le han permitido estar hoy a tres materias de recibirse.
Aseguró nunca haber sido protagonista de una escena discriminatoria y que por el contrario considera que la gente es muy solidaria. Su hija volvió a acercarse a él, quien con un gesto interrumpió la entrevista por unos segundos.
“A mis compañeros les pasaba en un principio que tenían miedo de estar con una persona ciega, pero después estuvo todo bien. Eso pasa siempre en la sociedad, el prejuicio siempre está”. Se detuvo un instante y con el mismo tono pausado agregó: “hay que conocer a la gente y a las personas antes de hablar de ellos. El prejuicio se evita informándose sobre el tema.”
Dentro de la facultad siempre pidió que la discriminación positiva tampoco se ejerciera; “nunca quise que me regalaran nada por mi condición” reiteró nuevamente.
Al momento de responder respecto de cómo se maneja con el material teórico comentó que graba las clases y que en los casos en los que requiere de información escrita, Cristina, su lectora voluntaria se encarga del trabajo. “La conocí en la Biblioteca Parlante. El 85 o 90% se lo debo a ella”, contó esbozando una sonrisa
Sin duda, el conflicto importante que cualquier persona discapacitada atraviesa es la estructura edilicia con la que cuentan las instituciones educativas. “En ningún caso están preparadas para recibir alumnos con discapacidad”, explicó un tanto indignado y, como queriendo fundamentar su opinión dijo que era complicado acceder a las aulas y que en muchos casos los ascensores no funcionaban correctamente. A nivel sanitarios, la historia es la misma.
La tecnología ha permitido a la gente que presenta este tipo de discapacidad acceder a información y a otro modo de comunicación y recepción de material. “Si bien hice el curso de braile, nunca le di importancia ya que hay un software que te lee lo que
vos trabajas. “Yo hago todo con la computadora: chateo, navego por Internet, chequeo correos, escribo textos”.
Desde hace más de un año, Folgar emite en un canal de televisión local el programa “Quiero verte bien” que trata las distintas problemáticas con las que se chocan a diario la gente que presenta discapacidades. La mueca de orgullo le revistió el rostro y la satisfacción de saber que se transformó en una herramienta para lograr progresos entre sus pares le enmarca una expresión gratificante y genuina.
Marcos cebaba mate mientras el sol que ingresaba por la ventana acercaba el mediodía. La hora del almuerzo nos invitaba a concluir la charla y él fue quién eligió el concepto para cerrar: la capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves. Folgar se referiría a la Resiliencia.


BIBLIOTECA PARLANTE
Ubicada en la intersección de las calles Brown y
14 de Julio, la Biblioteca Parlante Municipal asiste a
usuarios discapacitados que no pueden acceder por si
solos al texto impreso.
Esta tarea es llevada a cabo por los que ellos
denominan “lectores voluntarios”, es decir, gente
convencional que presta sus servicios de lectura clara a
quién lo requiera.
La Biblioteca también ofrece actividades
complementarias. En este sentido, se dictan talleres de
braile, inglés, italiano y computación, además de clases
de teatro y jornadas deportivas. Actualmente la sede se
encuentra en obra para la ampliación de sus servicios y
es por esta razón que la misma funciona en el edificio de
la Biblioteca Municipal, cito en 25 de mayo y Catamarca.
Liliana Pérez Serú, encargada de la Biblioteca
Parlante, solicitó la colaboración de la comunidad para
donar materiales o brindar su ayuda en relación a las
tareas que se desarrollan.
Los interesados pueden comunicarse vía mail a
lperezseru@yahoo.com.ar o telefónicamente al
4996374 o 4997881.


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